Erase una vez, que se era, un grupo de chicos que se reunían todos los viernes, en un pequeño lugar alejado de los ruidos de la ciudad, para jugar como cuando eran pequeños.
Todos llegaban de uno en uno con sus maletines, en los que escondían sus mas preciados tesoros. Una vez dentro del lugar y fuera de la vista de curiosos, abrían dichos maletines y mostraban al resto del grupo sus joyas.
En esta ocasión los asistentes a la reunión fueron nueve, incluido un nuevo miembro que estaba dispuesto a superar todas las pruebas para ingresar en el grupo.
Con casi todo preparado, los pequeños coches fueron colocados con mimo en la zona de espera para la carrera. Oscar volvía a correr con su GT 40, a pesar de haber comunicado oficialmente, que no volvería a correr con él. La excusa dada fue, que con el que iba a correr, un Ferrari, se lo dejo al principiante Ismael. Por otra parte Juan, prefirió correr con otro GT 40 MK IV. Agustín, Ignacio, Raúl y TJ, fieles a su trayectoria, participaron con con sus chaparrales, Ford GT 40 y Porsche respectivamente. Por último Dani puso en pista una de sus últimas creaciones, un Alfa Romeo, esperando hacer un gran papel. Carlos intentaba terminar de reparar su coche, un GT 40, y aunque consiguió presentarlo para correr, no duraría mucho en pista.
La carrera comenzó y Juan se puso en cabeza, seguido de Oscar, Ismael, Carlos, TJ, Agustín, Raúl, Dani e Ignacio.. Vuelta a vuelta, Oscar recortaba la diferencia que le separaba de Juan, hasta lograr alcanzarlo. Carlos tenía problemas en sus coche, como habíamos indicado anteriormente, y decidía, cambiar por otro, perdiendo toda opción al triunfo y quedar en última posición. Mas tarde, mediada la carrera, su coche volvería a tener problemas, de nuevo insalvables y volvería a cambiar de coche.
Dani sacaba todo el partido a su Alfa Romeo, pero incomprensiblemente, éste se quedaba sin fuerza, como si tuviera falta de gasolina, y poco a poco se iba parando. Una vez en boxes, reparó la avería y volvió a pista, pero ya sin ninguna opción al triunfo.
Por delante, Oscar había adelantado a Juan y se encaminaba sin oposición, al triunfo final. La tercera plaza se la disputaron Tj e Ismael hasta el último momento, hasta la última curva. TJ intentó aguantar la tercera plaza por todos los medios, pero la falta de punta de velocidad de su Porsche dio al traste con su esfuerzo, y finalmente fue superado por el debutante Ismael, quién cumplió con crecer los requerimientos para quedarse en el grupo.
La quinta plaza finalmente se la llevó Raúl, que en un espectacular sprint final se separó de Ignacio y Agustín, quienes entraron detrás de él, en la sexta y séptima posición respectivamente.
Tras la carrera, los integrantes de grupo volvieron a guardar sus "joyas" en los maletines y salieron del lugar, mezclándose con el resto de los transeúntes, quienes permanecían ajenos totalmente a lo que ocurría cada viernes en aquel lugar .
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